La siguiente publicación y video forman parte de mi serie titulada “Cómo se sostiene el mito de la resistencia a la insulina”. Los invito a ustedes, el público, a compartir esta información con su endocrinólogo en su siguiente cita, si tienen diabetes.
Probablemente no te has dado cuenta de cómo los especialistas en endocrinología se han involucrado en el diagnóstico y el manejo de la diabetes tipo 2.
Hace aproximadamente 90 años los endocrinólogos se encontraron dando tratamiento a niños con condiciones relacionadas con alto nivel de azúcar en la sangre, después se volvió evidente que las inyecciones de insulina mejoraron la calidad de vida y prolongaron la esperanza de vida de los niños que padecían diabetes tipo 1 cuyo páncreas no producía insulina.
Hace alrededor de 80 años se descubrió que algunos adultos también tenían altos niveles de azúcar en la sangre. El problema era, sin embargo, que la mayoría de estos adultos tenían niveles normales (en algunos casos debajo de lo normal) de azúcar en la sangre en el momento del diagnóstico. Esta situación no tenía sentido. ¿Cómo era posible tener niveles altos de azúcar en la sangre si el cuerpo estaba produciendo insulina?
Era necesario encontrar otra explicación. Debido a esto nació la teoría de la resistencia a la insulina. El hecho de observar que el nivel de azúcar en la sangre disminuía después de una inyección de insulina en algunos pacientes comparados con otros con nivel alto de azúcar en la sangre fue suficiente para que los expertos crearan el mito de que algunas células deben ser “resistentes” a la insulina. Estos expertos no esperaron a tener una validación para aceptar esta teoría.
El siguiente paso fue que los endocrinólogos se embarcaron en una campaña constante de “educación” de pacientes y cuidadores de pacientes acerca de este mito. Esta campaña continua está llena de diversos materiales: por escrito, en audio, en video y con muchas otras herramientas de mercadotecnia.
Lo que es peor, los endocrinólogos ayudaron a sostener esta interpretación falsa sin evidencia médica como causa de la diabetes tipo 2. ¿Cómo convencieron a los demás de que creyeran en este mito? En primer lugar, nunca admitieron que se trataba solamente de una hipótesis.
Insistían en que era una realidad objetiva basada en las leyes de la biología, a pesar del hecho de no haber hallado pruebas del mecanismo de resistencia. Tampoco ha sido posible medir el grado de resistencia a la insulina que diferentes adultos pueden tener en cualquiera de los tres sitios sospechosos en el cuerpo.
Mientras tanto las compañías farmacéuticas se han subido al tren para desarrollar muchos medicamentos para tratar la diabetes tipo 2, incluso sin tener pruebas de que realmente sucedía la resistencia a la insulina en el cuerpo ni tampoco tenían pruebas de que alguno de esos medicamentos pudiera darle marcha atrás.
Hago un llamado a los endocrinólogos a recordar el honorable adagio de los médicos: “Sobre todo no hacer daño”. Les pido a todos los endocrinólogos que reflexionen acerca de este mito de la resistencia a la insulina e investiguen cómo es que tiene poco sentido desde un punto de vista biológico.
Deberían declarar de inmediato que la diabetes tipo 2 no es una enfermedad de tipo hormonal sino una enfermedad provocada por un estilo de vida que se basa en el excesivo consumo de cereales, la fuente más significativa de glucosa en la dieta actual de la mayoría de los estadounidenses. Es necesario que se permita a los especialistas en nutrición establecer nuevos estándares para el cuidado de las personas con diabetes tipo 2 en los cuales se dé más importancia a una buena alimentación y al ejercicio que al tratamiento en la acción de una hormona a la que se supone que el paciente es resistente.
Gracias por leer este texto. Te invito a que me contactes para obtener más información. No estoy vendiendo ningún producto, suplemento o programa. Mi objetivo es que este mensaje le ayude a Norteamérica a disminuir el atemorizante incremento en la incidencia de diabetes tipo 2 y reducir los enormes costos personales y financieros que tiene en todos nosotros.
¡Comparte este video con tu médico en tu siguiente cita! Pídele pruebas científicas acerca de la teoría de la resistencia a la insulina.
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